martes, 26 de noviembre de 2019

Los Borrachitos, el dulce envinado de México para el mundo.


En México existe una muy extensa variedad de dulces típicos. Hablar de cada uno de ellos, de su historia, de cómo se volvieron tradición y patrimonio de nuestro país, podría requerir tanto espacio que, sin duda, podríamos tener una enciclopedia de más de 30 tomos. Por lo anterior, hemos decidido que en este espacio únicamente hablaremos de un dulce en particular; uno que por usos y costumbres ha sido llamado a lo largo y ancho del país como Borrachito, que aunque desde 1986 y hasta la actualidad dicha palabra es una marca registrada y nadie que no sea su propietario debería utilizarla para la comercialización de este producto, la gente lo conoce y lo pedirá con ese nombre a donde quiera que lo vaya a buscar.

Pero empecemos por la historia de este delicioso dulce…

A principios del Siglo XVII, en el lejano 1607, en la “recién” fundada ciudad de Puebla de los Angeles, doña Isabel de Villanueva Guzmán (una criolla), viuda de don Antonio Arellano (Aparentemente un pintor, español acaudalado) donó unos terrenos y cuarenta y tres mil pesos para la construcción de un convento que a la postre se llamaría el Convento de Santa Clara. La construcción de este convento y de su respectiva parroquia tomó varios años y se decidió que los mismos fueran advocados y consagrados a Santa Clara de Asís en el año de 1642.

Ya para mediados del siglo XVII, las Clarisas (así les llaman a las hermanas de la Orden de Santa Clara) eran muy famosas en Puebla por dos razones, la primera tenía que ver con su labor altruista relacionada con la educación de los niños pobres, y la segunda era su marcada dedicación a la elaboración de dulces de leche, dulces de camote, alfajores y mazapanes. Se cuenta que todo empezó con una monja mestiza, llamada Eduviges, que fue una de las principales promotoras de la comercialización de los dulces que preparaban para su consumo personal, el consumo de los niños pobres que educaban, de los visitantes al convento y como regalo para los benefactores de la iglesia, consiguiendo que su Obispo le diera permiso para venderlos afuera del templo situado al lado de su convento, lo que hizo que dichos productos empezaran a popularizarse.



El nombre de Borrachitos proviene del alcohol que contienen y aunque los colores pueden variar, los clásicos son los que tienen sabor a vainilla. Con el paso del tiempo la variedad de estos productos ha ido creciendo de manera considerable, por lo que hoy en día es común encontrar borrachitos de Chocolate, Cajeta, Capuchino, Rompope, Tres Leches, Coco, Napolitano, Cogñac, Champagne, Tequila y Kahlua, lo que hace una variedad muy interesante de sabores, todos dignos de probarse.


Aunque el nombre Borrachitos es el genérico con el que se conoce a este dulce, la palabra ha sido registrada desde 1986 ante la autoridad, por lo que ahora sólo puede ser comercial y legalmente usada por una compañía de dulces de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, sin que esto impida que el resto de los mexicanos sigan conociendo al dulce con este nombre, independientemente de quién lo haya fabricado.

En la actualidad, los borrachitos son un dulce típico mexicano que se exporta a todo el mundo y que está deleitando el paladar de millones de personas con su delicioso sabor y agradable textura.
¿Hace cuánto que no pruebas unos? Son muy asequibles, fáciles de encontrar y por su tamaño, un gustito que te puedes dar de vez en cuando. ¡No pierdas la oportunidad y pide los tuyos hoy mismo!